martes, 26 de noviembre de 2013

Khajuraho: Sexo por todo lo alto




Aunque podemos encontrar algunas raras excepciones en los templos católicos, los occidentales no estamos acostumbrados a contemplar escenas eróticas en las iglesias o en los conventos. Sin embargo, en Khajuraho, esta pequeña población india del estado de Madhya Pradesh, se pueden contar hasta 22 templos que, en perfecto estado de conservación, airean sin recato a los cuatro vientos sus paredes repletas de retablos de alto contenido erótico, orgías de diverso tipo, sexo explícito en grupo y un amplio surtido de escenas de zoofilia.

Hay esculturas de diverso tipo, con dibujos de carácter geométrico o florales, con pasajes cotidianos de la vida cortesana, con figuras de animales o con imágenes de dioses, pero por cantidad y osadía sobresalen notoriamente aquellas que representan figuras femeninas en actitudes y poses eróticas o los grupos escultóricos con imágenes sexuales de parejas o de grupos.


Los indios son enormemente recatados con todo lo referente al sexo. Por eso sorprenden todavía más estos templos con imágenes atrevidas de sexo explícito, con parejas, tríos o grupos enzarzados en tareas amatorias de diversa índole desde todos los ángulos y en todas las posturas acrobáticas imaginables o con provocativas bailarinas que muestran abiertamente una sexualidad descarnada. Se desconocen realmente las razones por las que se optó en su momento por esta decoración, que podría considerarse perversa y ser objeto de censura en muchos países, en los templos de Khajuraho. Hay gente que piensa que se hizo por motivos didácticos, una especie de universidad del sexo para los jóvenes de la época. Otros dicen que es una imposición que se debe a una revelación divina. Fueran cuales fueran las razones, lo cierto es que los templos del amor de Khajuraho son espectaculares y únicos en el mundo.



Los templos corresponden al período álgido de la dinastía Chandela (siglos X y XI). Durante más de 700 años permanecieron sepultados por la maleza y perdidos para la humanidad, hasta que un capitán del ejército británico los redescubrió en 1838. Fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986.

Hay templos jainistas (en el lado este) e hinduistas (en el oeste), pero la construcción es prácticamente idéntica, realizada en piedra arenisca sobre plataformas elevadas, con paredes recubiertas de tallas eróticas y cúpulas rematadas con una gran torre (shikara) que simboliza el monte Kaliasha, la montaña cósmica, por lo que se reconocen con ese nombre, los Templos de la Montaña Cósmica.


Al menos en uno de los templos del lado este se sigue practicando el culto. Se puede visitar igualmente, pero con la condición de hacerlo sin llevar nada de piel. Los jainistas son vegetarianos estrictos y terriblemente escrupulosos con lo del respeto a los animales. Muchos de ellos llegan al extremo de llevar mascarillas para evitar tragarse por error algún pequeño insecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario