Jaipur es una ciudad en el estado de Rajastán que tiene alrededor de 3 millones de habitantes con mucha historia y muchas cosas que ver. Uno de sus atractivos es el sobrenombre. Se le llama la ciudad rosa porque dicen que tiene el mismo tono que la puesta de sol en otoño y buena parte de sus edificios, aunque se nota que desde hace tiempo, están pintados de este color. Fue fundada en 1728 por el maharajá Sawai Jai Singh y en principio se ubicó en lo que ahora es el fuerte Amber. Jai Singh II, gran aficionado a las ciencias y sobre todo a la astronomía, desplazó la ciudad desde la fortificada Amber hasta la ubicación actual. Existe un llamativo observatorio construido por él.
Jaipur tiene una serie de activos importantes, como el Palacio de los Vientos (Hawa Mahal), que formaba parte del Palacio de la Ciudad y su función original era la de permitir a las mujeres reales observar la vida cotidiana de la calle sin ser vistas. El palacio tiene cinco pisos y la fachada 953 ventanas pequeñas. El viento que circulaba a través de ellas permitía que el recinto se mantuviera fresco incluso en verano. Eso fue lo que proporcionó el nombre al palacio. El Hawa Mahal está considerado como el máximo exponente de la arquitectura Rajput y se ha convertido en el símbolo de Jaipur. Además del Palacio de los Vientos, es obligatorio subir al Fuerte Amber en elefante (es un complejo palaciego a 11 km de Jaipur), acercarse al observatorio astronómico de Jai Sing (Hantar Mantar), declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, visitar el Palacio de la Ciudad (en una parte del palacio en la actualidad se encuentra un museo pero la mayor parte del palacio todavía es una residencia real) y observar desde la orilla del lago el Jal Mahal (Palacio del Agua), al que no se puede acceder. La otra obligación importante en cualquier visita a Jaipur es callejear. Sus rincones están llenos de actividad, de vida y de sorpresas.
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